Es momento de comenzar a preparar el altar para el día de muertos y recibir a nuestros seres queridos que se han ido de este mundo. ¿Pero sabes qué es lo que debe llevar una ofrenda y por qué?
¡Hoy te lo platicamos!
Pan de Muerto
Aunque el pan de muerto es un pan colonial, tiene orígenes prehispánicos y se ha vuelto un elemento esencial de la temporada y sobre todo de las ofrendas.
El pan de muerto en el altar es un símbolo de ofrecimiento fraternal. La bolita del centro representa un cráneo, las cuatro tiras de pan representan los huesos y el ajonjolí las lágrimas que lamentan a los difuntos o de las almas que no descansan en paz.
Los huesitos también representan a Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tútec y Tezcatlipoca, los cuatro puntos cardinales del mundo precolombino.
Dulce calabaza
El dulce de calabaza hecho con el tradicional piloncillo es un postre que no tiene un significado en particular en los altares de muerto, pero como tradición es un postre que no puede faltar, pues es el platillo que se nos ha enseñado a preparar en esta temporada de generación en generación.
Dulce de tejocote
Así como el dulce de calabaza, el dulce de tejocote tampoco tiene un significado específico en la ofrenda, pero por ser un platillo de temporada preparado con la fruta nativa de México: el texocotl, por su nombre en náhuatl; es tradición ofrecerlo en nuestros altares para los difuntos.
Mole
El mole es un platillo que siempre está presente en las ofrendas, en especial las ofrendas del centro del país, en estados como Puebla y la Ciudad de México. Al ser una comida muy típica que prácticamente todos los mexicanos saboreamos es indispensable poner en la ofrenda para que nuestros difuntos puedan disfrutarla también.
Tamales
Otro platillo ícono de la gastronomía y cultura mexicana. El proceso y ritual de la preparación de los tamales y su ofrecimiento en los altares para las festividades de los fieles difuntos simboliza el ciclo de la vida y la muerte.
Tradicionalmente, las familias se reúnen para preparar los tamales mientras conviven, ríen, recuerdan y esperan la llegada de sus seres queridos en la noche de día de muertos.
Calaveritas de azúcar
De azúcar, chocolate o amaranto, las calaveritas no pueden faltar en tu ofrenda.
En tiempos precolombinos las calaveritas de azúcar, las cuales representan cráneos, se ofrendaban para honrar a los dioses en los Tzompantlis.
Estas decoradas con el nombre de los difuntos o de los vivos recuerdan el inevitable paso del mundo terrenal al mundo místico de la muerte.
Fruta
La fruta es un elemento que siempre debe estar presente en el altar, pues la fruta es la ofrenda que provee la naturaleza.
Las frutas de temporada tradicionales para poner en el altar son: cañas de azúcar, tejocote, naranja, mandarina, guayabas y jícama.
Atole o chocolate caliente
Para terminar y acompañar el pan de muerto no puede faltar un delicioso atole o chocolate calentito para que los difuntos disfruten de su festín remojando su pan en una bebida caliente.
Otros elementos que no debemos olvidar son el agua que es el elemento que da vida y energía, las bebidas, dulces típicos y demás platillos que nuestros seres queridos más disfrutaban.
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Recursos:
https://www.mexicodesconocido.com.mx/calaveras-de-azucar.html